Recuerdo cuando empecé mi carrera como asesor de seguros y todavía existían muchas empresas y personas que cuestionaban la importancia de tener uno que los proteja ante cualquier eventualidad. Para ese entonces era común tener reuniones de venta en donde el cliente te dijera que NO necesitaba un seguro y que le haría frente con sus propios medios económicos a cualquier problema que tuviera. Hoy, año 2020 en medio de una pandemia, pienso que en gran medida nuestra cultura de seguros en el país se ha desarrollado ampliamente y somos mayoría los que reconocemos la importancia de contar con un buen seguro. La tarea no ha sido fácil y el desarrollo de la industria de seguros sin duda ha sido gracias a la incansable gestión que hacen las compañías y los corredores de seguros por difundir el mensaje de forma correcta. Resalto que en el mercado ecuatoriano de seguros contamos con empresas muy serias y profesionales. 

Son muchísimos los casos de empresas que quebraron por no tener un seguro que ampare su negocio, las personas que perdieron su carro o casa por no haberlas asegurado y las familias que quedaron en la bancarrota por cuentas de hospitales imposibles de pagar. Adjetivos para describir la importancia de estar asegurados, hay cientos, pero protección y respaldo son de los principales que se me vienen a la cabeza. Cada vez que en G&B tenemos que asesorar a un cliente, no escatimamos ningún recurso en tratar de hacer entender esta premisa a nuestro asegurado. 

Lógicamente en mi actividad de bróker me ha tocado ver casos de utilización de un seguro que sencillamente logran ponerme la piel de gallina. Recuerdo esa persona que compró un seguro de salud y al poco tiempo recibió un diagnóstico de una enfermedad catastrófica, también el cliente que con mucho esfuerzo compró un carro nuevo y que saliendo del concesionario tuvo una pérdida total. Cada vez que escucho de una persona o empresa que tuvo alguna calamidad, sea doméstica, de salud o de cualquier tipo, lo primero que pienso es si esa persona o empresa estaba asegurada y me aterra pensar que no. 

En el año 2013 tuve la oportunidad de vender un seguro de salud a un grupo familiar. Eran 4 hermanos, cada uno de ellos asegurados con sus esposas e hijos. Cuando fui a la reunión de venta en la fábrica de la familia, tuve que  esperar cerca de 4 horas para ser atendido, recuerdo haber estado muy cerca de irme de aquella reunión. Cuando finalmente fui atendido, logré hacer esta “gran” venta de 4 pólizas de seguro de salud. Sin embargo, hubo una persona que se me quedó por fuera del grupo y que por su edad avanzada no pude asegurar, resulta que esta persona era el padre de todos estos hermanos que estaban asegurando a sus familias, de hecho, él era el pagador de la póliza grupal. Cuando transcurría el segundo año de vigencia de dicha póliza, uno de los asegurados tuvo un problema médico que lo obligó a ser transportado en avión ambulancia al exterior y gracias a dicho traslado, su vida fue salvada. Todavía recuerdo las palabras del señor de “avanzada” edad cuando en una visita posterior a la fábrica se detuvo a “agradecerme” porque el seguro que yo les vendí, había salvado la vida de su yerno. Ese gesto del señor ha significado más que cualquier comisión que en mi carrera me haya podido ganar. 

Esta pequeña anécdota, resume la importancia de estar asegurados. No importa cual es el seguro que tengas, compra el mejor que puedas pagar y por supuesto cómpralo a través de Gilbert & Boloña, TE CUIDAMOS COMO A NOSOTROS MISMOS.